Wednesday, September 25, 2013

Monitoreo permanente

Todo estaba agitado. Los teléfonos no paraban de sonar.

- ¡que alguien me de una respuesta pronto, por el amor de dios! - gritaba el gerente con su cabeza asomada por su puerta.

El equipo de ingenieros se miraban entre ellos sin atreverse a alzar la voz para responderle al jefe, un poco por miedo y otro poco porque aún no sabían exactamente lo que había ocurrido. Pero si era grave. Muy grave.

- Este sistema llevaba funcionando meses así y nunca había ocurrido nada como esto. - dijo uno de los ingenieros al resto de equipo, los que asentían con la cabeza.

Se referían al sistema informático que gestiona todas las transacciones comerciales de la compañía y efectivamente llevaba meses funcionando de manera impecable, hasta hoy. Hasta hace 45 minutos atrás donde, de un momento a otro, colapsó. Nadie sabe bien porque, ya que funcionaba tan bien que nadie lo monitoreaba.

- ¡¿Me pueden indicar al menos si el problema aún persiste?! - volvió a gritar el gerente desde su oficina.
- No, don Mario. Ya está funcionando de manera normal. - se apresuró a responder el jefe de los ingenieros.
- Bueno, quiero cuanto antes el análisis completo de lo ocurrido. Duración, magnitud, clientes afectados, responsables de la incidencia y cualquier medida tomada para resolverlo y para prevenir que vuelva a ocurrir. - exclamó el don Mario, más calmado, pero con el mismo tono enérgico que lo caracteriza cuando esta enfadado.

"Bueno, no continuaré con la historia porque el hecho principal ya lo relaté. Para muchos de nosotros se hace una constante la incertidumbre de saber si lo que estamos haciendo o emprendiendo está bien o no. Para los que somos de los carnales que no conocen la voluntad de Dios a cada momento de la vida se nos vuelve muy necesario alguna forma más 'carnal' de saber si estamos metiendo la pata o no, y para esto existe un mecanismo de MONITOREO espiritual descrito en las escrituras. El monitoreo consiste en evaluar resultados reales y contrastarlos con los deseados. Es un sistema reactivo no proactivo, pero sin duda muy efectivo y útil, tal como lo comprobaron los personajes de la historia.

Cuando creemos que todo está bien, obviamente se nos olvida monitorear. ¿Para qué, si no es necesario? Es lo que siempre pensamos, pero aún el rey David cantaba en sus alabanzas 'Escudriñame oh Señor y ve si hay caminos de perversidad en mí'. ¡Ni siquiera él se atrevía a sentirse del todo 'santo'!.

Así que la invitación es a medirnos. A monitorearnos. Una herramienta bíblica de monitoreo muy útil, práctica y sencilla son LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU versus LAS OBRAS DE LA CARNE que se mencionan en Gálatas 5. (autch!). Escríbelos y asígnales puntaje de 1 a 5, suma ambos grupos y evalúa. Quizás nuestro sistema está gritando ¡DANGER! y prendiendo luces rojas.

No esperemos a que nuestro sistema esté colapsado para reaccionar... siempre hay pequeñas señales que nos indican si vamos bien o mal."

Hasta la próxima.


Monday, September 02, 2013

El bosque te espera.



Uno de los más grandes desastres de la naturaleza son los incendios forestales. Muchas hectáreas de bosques pueden perderse en tan sólo unas horas. Mucho trabajo, mucho sacrificio, mucho dinero, muchos sueños, muchas expectativas se pueden perder por un incendio forestal. Para cualquier persona sería lamentable este acontecimiento, y creo que nadie se atrevería a hacer algo así a propósito. Salvo, si hay un rencor muy grande en contra del dueño de esas hectáreas.

Otro aspecto que hay que notar, es que un incendio forestal no parte con un fuego del tamaño del bosque. Siempre parte con un fuego muy pequeño en relación al tamaño del bosque. No es necesario un fuego gigantesco para quemar un bosque gigantesco. Sólo basta que un árbol se empiece a quemar.

Por último, hay un factor que, en la mayoría de los casos, determina si los bomberos podrán parar el incendio o no. Se trata de la velocidad del viento. En palabras sencillas: “si el viento está soplando muy fuerte, los bomberos nunca podrán parar el incendio”. Esto no sólo se ve en los bosques, sino también en los incendios de ciudad, si “hay viento”, lo más probable es que se queme más de una casa, o salgan afectadas más de una. El viento hace la diferencia entre un gran incendio y un grupito de árboles chamuscados.

Quiero invitarte a hacer un desastre. Te estoy invitando a hacer uno de los más grandes desastres de la historia de la humanidad. Te invito a hacer un incendio forestal. Hay un número gigantesco de hectáreas que podemos incendiar. Te estoy invitando a hacerle mucho daño al dueño de esas hectáreas, a causarle muchas pérdidas y mucho daño. Te quiero invitar a incendiarle los bosques al diablo. Hay muchos bosques disponibles y tenemos las ganas de causarle daño al enemigo... ¡Lo tenemos todo!
No creas que tu llama es muy poca para afectar a tu generación. No creas que el bosque de los jóvenes de Chile es muy grande para ti. No pienses que las comunicaciones son un bosque demasiado imponente para tu llamita. No creas que la política es un bosque que nunca podrás incendiar con tu llama. Tú solo, nunca podrás, pero tu llama puede quemar a muchos y provocar el incendio necesario. Talca no es un bosque demasiado grande para nuestra llama, porque tenemos un factor preponderante a nuestro favor. Tenemos el viento del espíritu santo. Tenemos un viento que está soplando con más fuerza que nunca, dispuesto a encender toda nuestra nación. El santo espíritu ya está soplando, sólo arde. Tú ocúpate de arder, y el espíritu santo se ocupará de propagar ese fuego. Pero arde. Arde. Arde. Tu pequeña llama puede incendiar el bosque más grande que exista.