Todo estaba agitado. Los teléfonos no paraban de sonar.
- ¡que alguien me de una respuesta pronto, por el amor de dios! - gritaba el gerente con su cabeza asomada por su puerta.
El equipo de ingenieros se miraban entre ellos sin atreverse a alzar la voz para responderle al jefe, un poco por miedo y otro poco porque aún no sabían exactamente lo que había ocurrido. Pero si era grave. Muy grave.
- Este sistema llevaba funcionando meses así y nunca había ocurrido nada como esto. - dijo uno de los ingenieros al resto de equipo, los que asentían con la cabeza.
Se referían al sistema informático que gestiona todas las transacciones comerciales de la compañía y efectivamente llevaba meses funcionando de manera impecable, hasta hoy. Hasta hace 45 minutos atrás donde, de un momento a otro, colapsó. Nadie sabe bien porque, ya que funcionaba tan bien que nadie lo monitoreaba.
- ¡¿Me pueden indicar al menos si el problema aún persiste?! - volvió a gritar el gerente desde su oficina.
- No, don Mario. Ya está funcionando de manera normal. - se apresuró a responder el jefe de los ingenieros.
- Bueno, quiero cuanto antes el análisis completo de lo ocurrido. Duración, magnitud, clientes afectados, responsables de la incidencia y cualquier medida tomada para resolverlo y para prevenir que vuelva a ocurrir. - exclamó el don Mario, más calmado, pero con el mismo tono enérgico que lo caracteriza cuando esta enfadado.
"Bueno, no continuaré con la historia porque el hecho principal ya lo relaté. Para muchos de nosotros se hace una constante la incertidumbre de saber si lo que estamos haciendo o emprendiendo está bien o no. Para los que somos de los carnales que no conocen la voluntad de Dios a cada momento de la vida se nos vuelve muy necesario alguna forma más 'carnal' de saber si estamos metiendo la pata o no, y para esto existe un mecanismo de MONITOREO espiritual descrito en las escrituras. El monitoreo consiste en evaluar resultados reales y contrastarlos con los deseados. Es un sistema reactivo no proactivo, pero sin duda muy efectivo y útil, tal como lo comprobaron los personajes de la historia.
Cuando creemos que todo está bien, obviamente se nos olvida monitorear. ¿Para qué, si no es necesario? Es lo que siempre pensamos, pero aún el rey David cantaba en sus alabanzas 'Escudriñame oh Señor y ve si hay caminos de perversidad en mí'. ¡Ni siquiera él se atrevía a sentirse del todo 'santo'!.
Así que la invitación es a medirnos. A monitorearnos. Una herramienta bíblica de monitoreo muy útil, práctica y sencilla son LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU versus LAS OBRAS DE LA CARNE que se mencionan en Gálatas 5. (autch!). Escríbelos y asígnales puntaje de 1 a 5, suma ambos grupos y evalúa. Quizás nuestro sistema está gritando ¡DANGER! y prendiendo luces rojas.
No esperemos a que nuestro sistema esté colapsado para reaccionar... siempre hay pequeñas señales que nos indican si vamos bien o mal."
Hasta la próxima.
Blog que contiene todos los Rhemails del genial escritor chileno: Cristian San Martín...
Wednesday, September 25, 2013
Monday, September 02, 2013
El bosque te espera.
Uno de los más grandes desastres de la naturaleza son
los incendios forestales. Muchas hectáreas de bosques pueden
perderse en tan sólo unas horas. Mucho trabajo, mucho sacrificio,
mucho dinero, muchos sueños, muchas expectativas se pueden perder
por un incendio forestal. Para cualquier persona sería lamentable
este acontecimiento, y creo que nadie se atrevería a hacer algo así
a propósito. Salvo, si hay un rencor muy grande en contra del dueño
de esas hectáreas.
Otro aspecto que hay que notar, es que un incendio
forestal no parte con un fuego del tamaño del bosque. Siempre parte
con un fuego muy pequeño en relación al tamaño del bosque. No es
necesario un fuego gigantesco para quemar un bosque gigantesco. Sólo
basta que un árbol se empiece a quemar.
Por último, hay un factor que, en la mayoría de los
casos, determina si los bomberos podrán parar el incendio o no. Se
trata de la velocidad del viento. En palabras sencillas: “si el
viento está soplando muy fuerte, los bomberos nunca podrán parar el
incendio”. Esto no sólo se ve en los bosques, sino también en los
incendios de ciudad, si “hay viento”, lo más probable es que se
queme más de una casa, o salgan afectadas más de una. El viento
hace la diferencia entre un gran incendio y un grupito de árboles
chamuscados.
“Quiero invitarte a hacer un desastre. Te estoy
invitando a hacer uno de los más grandes desastres de la historia de
la humanidad. Te invito a hacer un incendio forestal. Hay un número
gigantesco de hectáreas que podemos incendiar. Te estoy invitando a
hacerle mucho daño al dueño de esas hectáreas, a causarle muchas
pérdidas y mucho daño. Te quiero
invitar a incendiarle los bosques al diablo.
Hay muchos bosques disponibles y tenemos las ganas de causarle daño
al enemigo... ¡Lo tenemos todo!
No creas que tu llama es muy poca para afectar a tu
generación. No creas que el bosque de los jóvenes de Chile es muy
grande para ti. No pienses que las comunicaciones son un bosque
demasiado imponente para tu llamita. No creas que la política es un
bosque que nunca podrás incendiar con tu llama. Tú
solo, nunca podrás, pero tu llama
puede quemar a muchos y provocar el incendio necesario. Talca no es
un bosque demasiado grande para nuestra llama, porque tenemos un
factor preponderante a nuestro favor. Tenemos el viento del espíritu
santo. Tenemos un viento que está soplando con más fuerza que
nunca, dispuesto a encender toda nuestra nación. El santo espíritu
ya está soplando, sólo arde. Tú ocúpate de arder, y el espíritu
santo se ocupará de propagar ese fuego. Pero arde. Arde. Arde. Tu
pequeña llama puede incendiar el bosque más grande que exista.
Subscribe to:
Comments (Atom)