Biografía de un fósforo.
Cuando nací, era apenas una astilla. Mi madre me decía
Fosfoloro porque no paraba de hablar. Fui creciendo como todos los
fósforos de mi caja, hasta que llegué a tener el tamaño suficiente
para ser todo un fósforo de bien.
La vida de un fósforo no es fácil. Recuerdo aun con
dolor aquella vez en que sacaron a mi tía de la caja, y mi tío, por
ir a defenderla quedó atrapado del cuello cuando cerraron la caja.
Fue terrible. Hubo que esperar a que abrieran nuevamente la caja,
para tirarlo hacia adentro.
En la vida de un fósforo hay etapas muy importantes.
Está el día de tu nacimiento, donde sólo eres una astilla. También
está el día en que te crece la cabeza y ya estás listo para
encender. Y finalmente el día que te encienden...
Yo sueño con ese día. El día en que me tome mi dueño
y me encienda, será el día más importante de mi vida. Aunque no sé
bien como lo hará, pero tengo entendido que no es fácil. Que se
necesita estar fuerte. Ser sólido. Es más, he escuchado de
parientes que al momento de ir a encenderlos se quebraron... y eso de
inmediato es razón de ir a la basura. Otros, prendieron, pero no se
preocuparon de que su pólvora y su cuerpo estuviesen secos, y se
apagaron...
Pero aún así, sueño con ese día. Ya estoy aburrido
de esta caja. Amo a mi mami, amo a mis hermanos, amo a mis hermanas,
incluso a fosfo-rosa la molestosa. A todos los amo, pero quiero
salir. Quiero quemarme. Ya me tiene aburrido ver siempre lo mismo, la
misma gente, las mismas pólvoras. Quiero quemarme. Quiero que mi
dueño me tome, me encienda y me use para algo... Lo que sea, pero
que me use para algo. Quiero quemarme.
Seguramente has dicho las palabras de ese fósforo
alguna vez. Estoy aburrido de esta
caja. Estoy aburrido de la iglesia.
Siempre lo mismo, siempre la misma gente, siempre los mismo cultos,
etc.
Un fósforo puede servir para muchas cosas. Incluso
apagado. Pero su mayor utilidad y placer lo encuentra cuando hace la
labor para la cual fue hecho. Arder. Es ahí cuando presta la mayor
utilidad. Pero el proceso de encenderse no es fácil. Es para los que
realmente están dispuestos a que el dueño los frote con tal fuerza
por la caja, que casi lleguen a quebrarse. Habrá dolor, sin duda
habrá dolor, pero traerá experiencia, sabiduría, autoridad. El
único problema de ese dolor es que duele, pero todo lo que trae
puede ser muy beneficioso.
Tú no fuiste creado para estar pasivamente en un
lugar y esperar que pase y pase el tiempo. Tu propósito es arder.
Pero no arder dentro de la caja (iglesia) porque si prendes un
fósforo y lo metes a la caja, prende a todo el resto, pero de
inmediato se apagan y no sirven para nada, ni siquiera la caja. Tu
propósito es arder fuera de la caja. Tal vez prender una cocina que
podría ser el gobierno. Tal vez prender una estufa que podría ser
un hogar de niños o ancianos. Tal vez prender una fogata que podría
ser un centro de rehabilitación. Tal vez prender un horno, que
podrían ser los medios de comunicación. Pero para todo eso,
necesitas un requisito, estar encendido. ENCENDIDO.
1 comment:
Uy. Este palo nos llega a todos... ¡a todos!
Espero ponerme en forma y que cuando mi dueño necesite utilizarme poder estar duro, seco y firme para arder en sus manos... que dura tarea.
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